Una primera parte del Requiem Alemán se atribuye al bienio de 1857 y 1859. Por el epistolario de Brahms se sabe que en el otoño de 1861 había elegido los textos para la composición de una Cantata en cuatro episodios. A este periodo corresponden los primeros esbozos del Requiem. También se considera un elemento importante de inspiración, la muerte de la madre de Brahms, ocurrida en febrero de 1865, una fuente de profunda turbación existencial que reabrió también las heridas causadas por la muerte de su amigo y mentor Robert Schumann. Además en aquel periodo, Johannes estaba alejado de Clara, la esposa de Schumann, y su compromiso con Agathe von Siebold estaba medio roto. Como confirma el biógrafo Massimo Mila, (…) la singular meditación sobre la muerte que es el tema del Requiem, estaba todavía unida a la desaparición de su gran maestro espiritual, en cuyo caso, la concepción silenciosa del Réquiem se habría prolongado durante una decena de años, con lo que el luto por la madre habría sido sólo el elemento desencadenante. La partitura del Requiem Alemán fue escrita en gran parte en la localidad de Karlsruhe durante los primeros meses de 1866 y terminada – tras una estadía en Suiza – en Baden-Baden en agosto. El quinto episodio fue añadido en 1868, después de la primera presentación de la obra en Viena. Ese mismo año, Brahms transcribió la obra para piano a cuatro manos.

Hoy se escuchará:

• Ein Deutsches Requiem (Un Réquiem Alemán), para soprano, barítono, órgano ad libitum, coro y orquesta Op. 45 (episodios tres, cuatro y cinco). Barbara Bonney, soprano; Andreas Schmidt, barítono; Rudolf Scholz, órgano; Coro de la Ópera Estatal de Viena; Orquesta Filarmónica de Viena. Carlo Maria Giulini, dirección.

• Transcripción para piano a cuatro manos del Requiem Alemán, Op. 45 (episodios tres, cuatro y cinco). Silke-Thora Matthies; Christian Köhn, piano.

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