Hablamos la semana pasada acerca de cómo todos los fanatismos, de cualquier orden, tanto religiosos como políticos, raciales o culturales son azuzados por agitadores, oportunistas que pescan en río revuelto.
Estos oportunistas arrastran a masas ignorantes, de fanáticos supersticiosos, tan peligrosos como irracionales, enardeciendo sus corazones que entre humillados y ofendidos, exacerban su enconado fanatismo religioso.
LA INOCENCIA DE LOS MUSULMANES, la polémica película que provocó los ataques armados contra las embajadas de EE.UU. en El Cairo y Bengasi, circula en internet desde el pasado 2 de julio de 2012.
Realizada por Sam Bacile, un israelí-estadounidense quien vive en California, aseguró que “el islam es un cáncer” y que “la provocación era el objetivo de la cinta”.
A propósito del cine que se ha tornado controversial dado su enfoque herético por la forma como ha asumido ciertos dogmas religiosos, recordamos algunas cintas que han despertado enconadas disputas, tanto por parte de la feligresía como por ciertas iglesias y sus respectivos guardianes de la fe.