Lunes de política.

Los periodistas empezaron a denominar de distintas maneras la situaciòn de los  paìses islàmicos, pero lo que sì es claro es la remociòn de antiguos regìmenes y estructuras de gobierno; lo que està por verse es el cambio institucional de fondo o mecanismos de concertaciòn, donde toca revisar cuales  fueron los factores determinantes de evoluciòn.

Carlos Patiño explicò que los medios occidentales cometieron un error gravìsimo al uniformar los movimientos y titularon la "revuelta del mundo àrabe", pero cada paìs tiene una historia y tradiciòn diferente.Por eso deben existir otras lecturas para Egipto, Tùnez, Libia, etc.Nos debemos referir a rebeliones porque no se han dado cambios estructurales, en las condiciones del ejercicio del gobierno y los mecanismos de orden polìtico.Lo de Yemen,Jordania o Marruecos es paradòjico porque han sobrellevado las propuestas de manera màs hàbil.Aunque los protagonistas de las situaciones han sido gente joven, hay que decir que en Tùnez y Egipto, los ejèrcitos y sus oficiales mayores determinaron el rumbo del cambio.Tampoco sucedieron los hechos a travès de las redes sociales y en Tùnez las mezquitas jugaron su papel fundamental.

En el Islam no hay una separaciòn entre polìtica y religiòn, convirtièndose las mezquitas en un determinante cultural muy importante.En Egipto està el gran grupo de oposiciòn de la Hermandad Musulmana, que ha construìdo base popular.

Lo que està por verse es si estas rebeliones se parecen a lo sucedido en Europa oriental y a la caìda de la Uniòn Soviètica.Lo que se ha visto es tan autèntico que no se han visto quemas de banderas norteamericanas, ni israelìes.De hecho, el Gobierno americano ha pasado a apoyar los movimientos existentes.

Los paìses àrabes ya tienen conciencia de la corrupciòn existente y se revelan los grupos sociales como corte no oficial para "negociar".

Desde Libia se ha dicho que los nuevos movimientos no saben gobernar,pero es que es muy romàntico pensar en ello, pero muy difìcil construìr el asunto de la responsabilidad pùblica frente a la toma de decisiones.

Arabia Saudita, Emiratos Àrabes y Qattar tienen todas las condiciones para mantener un poder màximo dentro de sì mismos.

Gadaffi ha puesto su acento y con los errores de la Otan y los Aliados,se ha creado un despuès.

En lo que respecta a las amistades occidentales con los paìses àrabes, como Italia-Libia, toca dejar en claro que los estados construyen relaciones con intereses y no posturas romànticas de participaciòn.

El tema  del petròleo es complicado y toca revisar quien es el que màs se beneficia de èl: Europa.Lo otro es el intento de la Uniòn Europea por reafirmarse como potencia.

El problema palestino-israelì segùn comentò Carlos Patiño, ha perdido protagonismo porque los mismos palestinos no saben como ubicarse en el actual contexto.Este panorama es absolutamente incierto.

Con respecto a Iràn, debemos recordar las manifestaciones de hace dos años, desde la reelecciòn de Mahmud Ahmadineyad,que terminaron en el fusilamiento de varios de los lìderes de la oposiciòn,con una represiòn absolutamente brutal.La comunidad internacional no ha podido resolver el tema nuclear de Iràn, que trata de convertirse en la cabeza del mundo islàmico.

Lo de Libia es sorprendente por el desorden de la irrupciòn de los aliados, que no han tenido objetivos polìticos claros para la intervenciòn militar.Se subestimò el poder real de Gadaffi, con su historia personal desde 1969.Hoy la guerra se gana cuando las tropas de infanterìa aseguran un territorio y eso es lo que no ha pasado en Libia.Estados Unidos de Amèrica han tomado un perfil bajo por Obama y cuidar el presupuesto militar.

Los regìmenes àrabes han hecho sus intentos por sobrevivir,pero es que la falta de una institucionalidad moderna no se suple con medidas de ùltima hora.

Invitado en cabina:
Carlos Patiño Villa, profesor de la Universidad Nacional.