Leandro Diaz, “El Homero latinoamericano”, fue un verdadero milagro en el transcurrir de su vida. Sus canciones fueron la expresión clara de su profunda inspiración y la realización precisa e incontrovertible de lo que describía, sin nunca haberlo visto, pero que captó con su extraordinaria inteligencia, ayudada como el mismo lo expresara, con los ojos del alma, con los que aseguraba comunicarse con el mundo exterior. Le cantó a la naturaleza, a las mujeres que fueron en la mayor parte fuente de su inspiración como por ejemplo “Matilde Lina” . Crónica de Hernán Baquero Bracho