Donald Trump regresa a la Casa Blanca como el 47º presidente de Estados Unidos tras arrasar en las elecciones y derrotar a los demócratas de Kamala Harris. La vuelta de Trump promete cambiar la política exterior del país -empezando por su política anti inmigratoria- y podría afectar especialmente a escenarios internacionales como el de la guerra en Ucrania, el conflicto en Oriente Próximo (centrado en Israel, Palestina, Líbano y Siria) o las relaciones con Corea del Norte, entre otros.
Desde que Rusia invadiera Ucrania en 2022, Estados Unidos ha sido uno de los principales aliados de Kiev, proporcionando miles de millones de dólares en material de militar. No obstante, esto podría cambiar con la llegada de Trump. El republicano ya ha expresado en reiteradas ocasiones su intención de reducir la ayuda al Gobierno de Volodímir Zelenski argumentando que el mayor peso de la defensa de Ucrania debe recaer en Europa. El recién reelegido presidente de EEUU confía firmemente en una política de America first (América primero), por lo que considera que la de Ucrania no es su guerra y EEUU no debe gastar el dinero de los contribuyentes en ello.
Trump no oculta su estrecha relación con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, pero ya remarcó en el pasado que si él hubiera sido presidente en EEUU en vez de Joe Biden, Rusia no habría invadido Ucrania.
El recién reelegido presidente de EEUU confía en firmemente en una política de America first (América primero), por lo que considera que la de Ucrania no es su guerra y EEUU no debe gastar el dinero de los contribuyentes en ello.
La victoria de Trump también le da un nuevo y duro giro a la economía mundial. Muchas de sus ideas económicas son similares a las de su primer mandato. Sin embargo, esta vez son más refinadas, y el presidente electo tiene más experiencia y determinación para llevarlas a la práctica.
Ha prometido aranceles del 10 por ciento o del 20 por ciento sobre todos los bienes importados a Estados Unidos y aranceles aún más altos, del 60 por ciento, sobre los productos chinos. Asimismo, ha prometido traer la manufactura a casa, recortar los impuestos y deportar a millones de inmigrantes irregulares.
Pese al extremismo de algunas de sus propuestas, Trump logró convencer a muchos votantes, que luchan contra la subida de los precios de los alimentos y de la vivienda, de que con él les irá mejor económicamente.
Varios países de Europa del Este temen que Trump pueda debilitar o incluso socavar el apoyo de Estados Unidos a la OTAN. Este temor, junto con las preocupaciones sobre el financiamiento de la guerra en Ucrania, ha presionado a la baja numerosas divisas de Europa del Este, como el forinto húngaro.
La política económica anunciada por Trump "tendría consecuencias particularmente negativas para México, pero también para la eurozona, y estrechamente correlacionada con ella la región de Europa Central y Oriental", dijo a la agencia de noticias Bloomberg Piotr Matys, analista de In Touch Capital Markets.
"El segundo mandato de Donald Trump será un desafío aún mayor para la industria alemana y europea que su primer mandato", advirtió, por su parte, Thilo Brodtmann, jefe de la Asociación Alemana de la Industria de Ingeniería Mecánica.
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