"Empezaré diciendo que el amor no es una pasión intelectual, ni una pasión moral, lo cual es absurdo. El amor, para mí, es como un incendio, una hecatombe, una insurrección de todas la potencias vitales del ser, no sólo de espíritu, sino de la carne. El amor es también una enfermedad sagrada que todo lo embellece, todo lo glorifica, todo lo crea y todo lo aniquila. Es esa frontera paradisíaca que divide el cielo del infierno, que los mezcla, que nos arroja en uno o en otro para salvarnos o perdernos." Gonzalo Arango. Elogio a los celos (a mi mujer).

Hoy abrimos por última vez los libros, las revistas y los periódicos para contarles cómo termina la historia de Gonzalo, un héroe cobarde de las montañas antioqueñas que murió, paradójicamente, justo antes de hacer un viaje definitivo a Londres con su compañera Angelita. El viaje tenía un claro propósito, según el profeta, el viaje era para que “los colombianos al perderme...me ganen.”

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