Entre marzo y mayo de 1791, el año de su muerte, Wolfgang Amadeus Mozart compuso las dos últimas piezas de una serie de cinco para un singular instrumento fuera de lo común que Mozart llamaba, Reloj Musical, aunque se trataba realmente de un órgano mecánico. Otro curioso instrumento que Mozart abordó en el último año de su vida  fue la Glassharmonika o armónica de cristal. Se trata de un instrumento idiófono de cristales rotantes frotados por los dedos humedecidos, construido por Benjamin Franklin en 1761 y por él denominado ‘armónica’.

Consiste en un perfeccionamiento del sistema con el que se extraen sonidos del borde de vasos de cristal, pasándoles por encima los dedos mojados. A finales del siglo XVIII se construyó un tipo de ‘Glassharmonica’ dotada de teclado, que evitada el contacto directo con las copas. La Glassharmonica gozaba por aquellos años de una gran difusión y esplendor gracias a los dedos sensibles – como decía Mozart – de la intérprete ciega Marianne Kirchgässner.

Mozart compuso tres obras para Marianne Kirchgässner y la Glassharmonica: la Fantasía en Do mayor para Glassharmonica, flauta, oboe, viola y violoncelo KV 616ª, fechada en mayo de 1791 en Viena de la cual solo se conserva un fragmento. El Adagio y Rondó para Glassharmonica, flauta, oboe, viola y violoncelo en Do menor y Do mayor, KV 617, finalizados el Viena el 23 de mayo de 1791. Y el Adagio para Glassharmonika en Do mayor KV 617ª, escrito entre enero y mayo 1791 también en Viena.

Hoy se escucharán:

Fantasía para órgano mecánico en Fa menor KV 608. Daniel Chorzempa en el Órgano Holzhay de la Iglesia de Obermarchtal en Alemania.

Andante para órgano mecánico en Fa mayor ‘für eine Waltze in einer kleinen Orgel’ (para un vals en un pequeño órgano), KV 616. Daniel Chorzempa en el Kleine Chor-Orgel de la Abadía de Wilhering en Linz, Austria.

Adagio y Rondó para Glassharmonica, flauta, oboe, viola y violoncelo en Do menor y Do mayor, KV 617. Bruno Hoffmann, armónica de cristal; Aurèle Nicolet; Heinz Holliger, oboe; Karl Schouten, viola; Jean Decroos, violonchelo.

Adagio para Glassharmonika en Do mayor KV 617ª. Bruno Hoffmann, Glassharmonika.

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