Después de la primavera de 1868 transcurrida en Hamburgo en casa de su padre, y tras permanecer algunos días en Colonia a finales de mayo para asistir al Festival del Rin, Brahms se trasladó a Bonn donde pasó un tiempo en compañía de Hermann Deiters, famoso crítico musical. Le mostró a este amigo y consejero las obras apenas terminadas y le confío sus aspiraciones futuras. En Bonn, Brahms habitó una agradable casa con un gran jardín donde podía trabajar con absoluta tranquilidad, al parecer los pichones se convirtieron en sus mejores amigos. Fue ahí, en la paz de aquel pequeño paraíso, donde Brahms se dedicó a trabajar en la Cantata ‘Rinaldo’ para tenor, coro masculino y orquesta sobre un poema de Johann Wolfgang von Goethe. Como es bien sabido, Brahms no fue un compositor de obras dramáticas, aunque durante toda su vida se sintió fascinado por ese género musical hasta límites que rozaron la obsesión. La cantata Rinaldo es culturalmente importante porque es un claro testimonio de estas veleidades teatrales insatisfechas, y un buen ejemplo de cómo habría sido una ópera de Brahms, pues como se sabe, Brahms no compuso óperas.

Hoy se escuchará:

• Cantata ‘Rinaldo’, para tenor, coro masculino y orquesta sobre un poema de Johann Wolfgang von Goethe, Op. 50.  Rene Kollo, tenor; Coro Filarmónico de Praga; Orquesta Filarmónica Checa, Giuseppe Sinopoli, dirección.

•  Es steht ein Lind in jenem Tal (Hay en el valle un tilo); In stiller Nacht (En la Noche Callada). Del Sexto Libro de los 49 Deutsche Volkslieder (Canciones populares alemanas), WoO 33. Edith Mathis, soprano; Gernot Kahl, piano.

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