En el verano de 1858 en Göttingen, Johannes Brahms conoció a una muchacha dulce, una muchacha que cantaba con una voz encantadora cuyo timbre era comparado con el de un violín Amati.  Aquella muchacha que tenía esa voz extraordinaria era Agathe von Siebold, hija de un médico y profesor de la Universidad de Göttingen: una joven atractiva, de ojos negros y trenzas de ébano, y según se decía, podía cantar, leyendo a primera vista, los Lieder que Johannes componía. La naturaleza no solo le había regalado a Agathe belleza, sino también temperamento, brío, energía y una mente abierta a todas las curiosidades. Todo esto lo traslucen sus cartas que ponen de manifiesto un talento literario superior a lo común.

Se escucharán las obras:

Ave María en Fa mayor para coro mixto y orquesta (o para coro femenino con acompañamiento de órgano) Op. 12. Gerhard Dickel, órgano; Coro de la Radio del Norte de Alemania, Günther Jena, dirección.

8 Lieder y Romanzas Op. 14. Dietrich Fischer-Dieskau, barítono; Daniel Barenboim, piano.

5 Poemas Op. 19. Dietrich Fischer-Dieskau, barítono; Daniel Barenboim, piano. Jessye Norman, soprano (No. 4).

Begräbnisgesang (Himno Fúnebre) Op. 13 con texto de Michael Weiße sobre el fragmento ‘Nun laßt uns den Leib begraben’ (Ahora llevamos el cuerpo al sepulcro). Miembros de la Orquesta Filarmónica del Elba; Coros de la Radio del Norte de Alemania, Günther Jena, dirección.

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