Wilhelm Kempff tenía en el teclado una facilidad verdaderamente fuera de lo común. Era uno de esos músicos en los que la sinapsis entre el cerebro y la mano funcionaban sin problemas y sin esfuerzo. A los nueve años de edad – en su examen de admisión para la Escuela de Música de Berlín – pudo transcribir de memoria cualquier preludio o fuga de El Clave Bien Temperado a cualquier nota. Esta memoria musical, enorme y fenomenal permaneció intacta durante toda su vida.
Wilhelm Kempff interpretará hoy Piezas para piano, Op. 119 de Johannes Brahms; Arabesco en Do mayor, Op. 18 de Robert Schumann; el Rondó en Do mayor, Op. 51 No. 1 de Ludwig van Beethoven y las Baladas, Op. 10 de Johannes Brahms.