El mundo entero se ha enterado de dos incidentes de corrupción de suma gravedad en el mundo del fútbol. El primero tiene que ver con algunos hinchas del club Boca Juniors de Argentina que quisieron decidir el resultado a favor de su club, y lo lograron, pero en contra, en el superclásico contra River, al lanzarles a algunos de los jugadores del equipo millonario gas pimienta (capsaicina) en el entretiempo que definía el clasificado a cuartos de final de la Copa Libertadores de América. El segundo incidente de corrupción, que llevaba más de 20 años fermentándose, y a nuestro juicio algo muchísimo más grave por su carácter estructural, es que estalló el escándalo de corrupción en la alta dirigencia de la Fifa. Sobornos y arreglos que han llevado a que recientemente fueran capturados en Zúrich 14 altos funcionarios de esa institución.

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