¿O acaso porque soy mujer no puedo embriagarme en la ilusión de muchos besos? Es la letra de uno de los tangos que interpreta nuestra invitada, la cancionista argentina Rosa Rodríguez, mejor conocida como Rosita Quiroga. En un género musical dominado hasta entonces por hombres, Rosita representa un caso único de la historia de la mujer en el tango, ya que la cadencia de su voz y la manera en la que usaba palabras del lunfardo mientras cantaba, lograron cautivar a las disqueras y al público de la época. Así mismo, fue Rosita junto con la compañía Víctor los que inauguraron en Argentina las grabaciones eléctricas en 1926. Rosita decidió alejarse de los escenarios en 1931, pero continúo realizando apariciones esporádicas en la radio y grabando varios de los tangos que escucharemos que cuestionan el papel de la mujer en la música.

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