La Finta Giardiniera significó para Mozart el regreso a la ópera bufa, género en el que compondría las obras maestras de sus últimos años. Comenzó a trabajar en ella en septiembre de 1774, y a comienzos de diciembre ya la había terminado. El 6 de ese mes, acompañado por Leopold su padre, el joven Wolfgang marchó a la capital bávara. El estreno previsto para el 29 de diciembre se retrasó hasta el 13 de enero. La representación, dirigida por el Vizekonzertmeister Johann Nepomuk von Cröner se llevó a cabo en el Salvatortheater, alcanzando un éxito extraordinario. Wolfgang escribió al día siguiente a su casa en Salzburgo: (…) ¡gracias sean dadas a Dios! Ayer, 13, se representó mi ópera y resultó tan bien que es imposible describirlo. Ante todo, el teatro estaba tan lleno que se debió rechazar a muchos que querían entrar. Después de cada aria, un inmenso ruido de aplausos y gritos de ‘¡Viva el maestro!’ se escuchaban.  También su alteza el príncipe, la princesa palatina y la viuda (que estaban frente a mí) me dijeron ‘¡Bravo!’

Música para hoy:
Últimos diez números del acto primero, y los primeros cinco del acto segundo de la Finta Giardiniera (La Falsa Jardinera), KV 196, ópera bufa en tres actos de Wolfgang Amadeus Mozart con libreto de Giuseppe Petrosellini, basado en un texto de Ranieri di Calzabigi.