Al estallar la Segunda Guerra Mundial, el pianista soviético Emil Grigorievich Gilels se unió al cuerpo voluntario para dar conciertos en los hospitales del frente. A principios de 1943 visitó Leningrado durante el bloqueo tocando para los heridos de guerra. <br />Durante este período, Gilels y su viejo maestro Heinrich Neuhaus tuvieron por primera vez especiales relaciones. En noviembre de 1941 Neuhaus fue detenido como supuesto espía alemán y encarcelado en Lubianka, el Cuartel General de la Policía Secreta Soviética. Neuhaus habría muerto si Gilels no hubiera intervenido por él. <br />De vez en cuando, Stalin lo invitaba a participar en eventos gubernamentales y diplomáticos. Después de cada actuación, Stalin le preguntaba a Gilels acerca de sus necesidades, Gilels nunca tuvo alguna, pero esta vez le pidió la liberación de Neuhaus. <br />Stalin, disgustado, accedió pero quería exiliar a Neuhaus, entonces, Gilels logró que lo trasladaran a Sverdlovsk donde le permitieron enseñar en el Conservatorio. <br /> <br />Para hoy tenemos el Allegro tempestuoso de la Sonata No. 3 en La menor, Op. 28 de Sergei Prokofiev; la Sonata para piano No. 3 en Si menor, Op. 58 de Fryderyc Chopin y extractos de las Piezas líricas de Edvard Grieg.